sábado, 9 de enero de 2010

MISMO SITIO, ¿MISMA HISTORIA?

No estoy tan seguro de haber hecho bien. En general todo salió relativamente bien en mi cita de anoche, aunque sí siento un poco de remordimiento freak enfermo extraño.

Era nuestro restaurante favorito, no por la comida ni la bebida, sino porque ahí habíamos tenido nuestra primera cita formal. Ni siquiera era un restaurant bonito. Un galerón enorme allá por el rumbo de Lindavista que convenientemente queda cerca de mi trabajo, de techos altos y mesas cuadradas pero eso sí, con un servicio de primera, ni muy molesto ni muy ausente. Ideal para una cita en la que lo más importante es hablar y hablar y hablar y seguir hablando.Déborah y yo nos pasamos un par de horas hablando sin quitarnos los ojos de encima.

De eso hace ya cuatro años y medio y anoche me encontré sentado frente a Carolina en el mismo restaurante, ella hablaba sin parar y me hacía preguntas que yo contestaba con monosílabos, pero eso, aparentemente, no le molestaba, porque seguía hablándome y contándome su vida. Yo no quitaba la mirada de su rostro, no porque fuera muy bonita sino porque el escote que se había puesto desviaba toda mi atención y no quería parecer un pervertido, no en la primera cita.

No sé porqué la llevé a ese restaurante. Bueno sí. La razón superficial es que está cerca de nuestro trabajo. Porque Carolina trabaja conmigo.

Es una chica recién egresada de periodismo que tiene todas las ganas del mundo de sobresalir entre la multitud de reporteros que día a día se integran al mundo noticioso. No es muy buena en realidad pero tiene un bonito cuerpo que sin duda le ayudará a conseguirse un espacio en el periodismo audiovisual. Una vez que haya obtenido un poco más de experiencia.

El jueves por la mañana la regañé fuertemente porque me entregó una nota importante llena de faltas de ortografía. Bueno, no voy a decir que yo soy el mejor en ese sentido, pero al menos me defiendo y le hago el trabajo menos pesado al corrector de estilo de la agencia. En fin, resulta que me entrega una verdadera porquería de trabajo y perdí la paciencia. Le grité hasta que me cansé y ella no podía ni sostenerme la mirada, aunque entre todo mi enojo y arrebato no dejaba de verle las piernas torneadas que se asomaban bajo su falda. En un momento, dejé de gritar y me acerqué a ella, la privacidad de mi oficina nos proveyó de la situación ideal para abrazarnos y consolarla. Por un instante mis dedos rozaron la tersa piel de sus muslos en camino a tomarla por la espalda. Imagino que ella lo sintió también pues dio un respingo, pero entonces le acaricié el pelo y le dije que no se preocupara, que era una buena niña con mucho potencial y que sólo tenía que trabajar un poco más. Me miró e hizo un movimiento acercando sus labios a mi boca, pero me retiré y le dije: "No, aquí no. Salgamos mañana, ¿te parece?".

Ella vive cerca, y yo no, pero por alguna extraña razón o algún déjà vu la llevé al mismo lugar en el que Déborah y yo nos conocimos y enamoramos. Lo sé, ahora que lo pienso me suena bastante enfermo, aunque en realidad las cosas no salieron tan mal.

Carolina me invitó a su departamento y el cachondeo se puso bastante intenso, aunque a ella se le olvidó contarme un pequeño detalle ...

5 comentarios:

Jo dijo...

Quizá algunos como hombres aguanten esas cosas sin quejarse, aunque la vida pese ...bueno supongo que ustedes son un tanto prácticos... aunque se hallen quebrados en dos, siempre es el disimulo su mejor barrera, a veces me gustaría ser asi de fuerte

De los recuerdos se que inútilmente me puedo defender, sin trabajo me toman por la fuerza o me sobornan con su sola presencia
Me he pasado entre mis recuerdos escribiendo solo parte de un juego a perder y a descubrir, de hallar gente distinta o nueva y de nuevo volver a perder y cada vez en ese descubrimiento es nuevo en cada instante y los sitios son parte de exorcizar esos recuerdos donde un sabor, un olor una calle o un restaurante se le ha pasado con esa persona.


tal vez un cuerpo .. otras manos besos nuevos ayuden pero ese será el camino correcto?

será que a veces no sabemos estar solos.

perdona la extensión. y si tengo faltas de ortografía perdón ...

~NK~ dijo...

Hola!

Estoy siguiendo tu blog y estoy comenzando a leerlo, recién nacido (como pocas cosas) del dolor.

Se perfila interesante todo cuanto tengas que decir... será bueno seguir leyendote :)

Aqui estamos pues! Saludos!

jess dijo...

En los detalles está el secreto de la trascendencia.
Yeap.

Ja, yo también busco en un lado y en otro la misma empatía que conocí al lado de un hombre que fue realmente importante ... y trascendente... en mi vida.

.....

¿Cuál fue el detalle?!?!

Saludos!

NN dijo...

Valgame ¡¡ cual fue el detalle, ya me dejaste intrigada.

Que raro el mundo de las citas hace tanto tiempo que no exprimento una, ni ganas ehh, es todo tan subjetivo, ganas de quedar bien, o ganas de salir corriendo, me alegro de haber encontrado el amor, si con todo lo implica despues de 5 años de casada.

PD, se vale corregir errores de otrografia. jeje

Saludos

Sophie dijo...

Vive y disfruta, que lo que es para vos, nadie te lo quita. No dejes que el pasado te atormente.

Me gustó tu blog.

Besos