miércoles, 6 de enero de 2010

LAS QUIERO TODAS.

Cada día que pasa me doy cuenta de que nada es lo que parece. Cuando la fiesta está en pleno apogeo, los sentidos pueden llegar a engañar a la mente y deshacer la idea de que una vez alcanzado el clímax, la cuesta hacia abajo es inevitable.

Mi nombre es Claudio y hoy estoy solo en mi casa viendo las noticias deportivas después de un día agitado. El trabajo es lo de menos, una agencia noticiosa como hay dos mil en la ciudad de México que nunca ganará ninguna exclusiva; nuestros reporteros son lo suficientemente buenos para estar en el lugar adecuado pero no tanto como para llegar en el momento adecuado. No me culpen, lo único que hago y me pagan por ello es categorizar las noticias que llegan; enojarme porque los reporteros becarios me entregan notas que acabo de leer en un periódico de hace un par de días; convocar a juntas con nuestra "fuerza informativa" que no sirven para nada pues diga lo que diga, ellos hacen lo que se les hincha; y eso es todo. No me quejo, no me va mal y apenas hoy comencé a preguntarme sobre qué diablos hago en esta vida.

Porque hasta hoy por la tarde, mi vida parecía resuelta y todo pintaba de maravilla. Lo más importante de todo era que hoy iba a ser el día en que Déborah y yo pondríamos fecha a la culminación de nuestro noviazgo y el comienzo de nuestra vida como marido y mujer. No puedo mentir, no aquí y decir que me encontraba completa y absolutamente emocionado, no. Más bien lo tomaba como el paso natural que todo hombre debe dar antes de reproducirse. Creo que ya está de más el decir que la velada salió totalmente mal, si Murphy nos estuviera observando, no tengo la menor duda de que hubiera gritado: "¡Eureka!".

En lugar del rostro alegre de mi novia me encontré una cara descolorida y la cajita del anillo de compromiso de vuelta. Las razones que me dio para terminar con lo nuestro no vienen al caso ahora. El punto toral de la discusión es que no hubo tal, yo simplemente asentía y aceptaba sus explicaciones aunque no tuvieran el menor de los sentidos para mí. No malinterpreten, no es que no la quisiera, pero los ojos que me devolvían la mirada no eran los ojos que yo había amado con veneración durante cuatro años y medio, no. Esa mujer no era mi mujer.

Hoy, en vez de recluirme en el vicio y emborracharme hasta perder más que la conciencia decido volver al mercado. Alguna vez fui un Don Juan incorregible y tengo la certeza de que lo que bien se aprende, nunca se olvida. UNA mala mujer no va a quitarme esta hambre de más, una mala mujer no va a acabar con mi autoestima ni con mi virilidad, una mala mujer no va a hacerme sentir pulga ni a quitarme el objetivo que dormí durante cuatro años y medio; una mala mujer ES el objetivo pero no quiero una mala mujer, LAS QUIERO A TODAS.

Éstos son los hechos, la historia tiene hoy un punto de quiebre y existe el pasado y el futuro.

¿Vienen?

7 comentarios:

Jo dijo...

quiero pensar que un mala mujer es un adjetivo que nunca me pondrán y no se si sentirme orgullosa alguna vz alguien a mi me botó pero no dio explicaciones, ni siquiera pude verle los ojos... tiempo despues para ser exácts me dijo en el auricular que yo era una mujer buena

y lo aborrecí de por vida

hoy recuento cada día para pegar mi futuro... el pasado se empeña y eso no es nada bueno... sino todo lo contrario

yo estoy cansada de ser buena... pero no me sale lo otro...

NN dijo...

Ser buena o mala mujer ??es dificil de decir, todo hombre quiere una buena mujer para ciertas cosas, pero mala para otras cosas mejor con algo de malicia, para mi es dificil decidir de que lado debo estar, en lo dos tal vez, en fin mucha suerte en tu caceria¡

jess dijo...

Amos puesssss!!!

"Ellos las prefieren malas..." ¿pero... se quedan con las buenas?...

tic, tac, tic, tac...

No se pierda usted el siguiente capítulo....

Saludos!!

Anónimo dijo...

el comentario mas tonto es sin duda el de la tonta esa

Típico Hombre de Mal Morir dijo...

En primer te agradezco tu comentario en mi blog. En segunda para que tu novia haya estado 4 años y medio en tu vida es injusto que la catalogues como mala mujer, nomas porque no te dio el sí para casarse no es mala, sus razones tendria, ahora los dolores del corazon son insoportables y llevan a la locura en donde todo se hace dificil, dimelo a mi que he vivido de todo con las mujeres, son tan impredecibles y tan encantadoras asi como necesarias que te hacen ligero el dia como pesado. no queda más que sanar las heridas, día con dia que solo queden los hermosos recuerdos de ella y no guardes rencores que solo te haran daño a ti, no a ella. Conviertete en un hombre íntegro, con mejor personalidad, atractivo, inteligente, que se cuide a si mismo tanto en lo fisico como en lo que te hace ser ti mismo, llora y lamenta lo que és durante el tiempo que dure tu luto, y asi una mañana te vas a dar cuenta que ganas mas cuando pierdes una mujer porque lo que te queda es tu libertad que la puedes aprovechar cuando te venga en gana y mujeres hay millones en el mundo, como decia jose alfredo jimenez, por qué sigo llorando por ti habiendo tantas mujeres. Pero todo con moderacion. Saludos y nos estamos leyendo!!

Típico Hombre de Mal Morir dijo...

aparte,30 años de edad nos son nada, dimelo a mi que el 15 cumplo 29 años y me siento tan vivo, más joven que tan viejo. Saludos!

Chuc dijo...

Mala mujer
Mal hombre

asi es la vida

yo tambien los quiero a todos!